Brouwerij Sterkens tiene una tradición larga, que comprende a 14 generaciones diferentes, y que la ha convertido en una de las cervecerías belgas más importantes de su rica historia.
Fue fundada en el año 1651 por la familia Sterkens, quienes trabajaban en el campo y en sus ratos libres fabricaban la bebida para consumo personal.
La receta de las cervezas se fue pasando a través de todas las generaciones. Por supuesto que cada momento histórico exigió renovaciones e innovaciones, pero la firma siempre estuvo a la altura de las circunstancias.
Sus estilos más destacados son Hoogstraten Poorter, St. Sebastiaan y St. Paüls. La calidad de estos productos ha hecho que “Brouwerij Sterkens” llegue a más de 30 países diferentes.
Primeros siglos
Gerardus y Adriana Sterkens trabajaban en una granja de Meer, un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Hoogstraten, en el norte de Bélgica.
En sus ratos libres, especialmente durante la temporada invernal, elaboraban cerveza y fue así como inauguraron “Brouwerij Sterkens”.
En un principio, el objetivo era obtener una ganancia extra para mantener a los 6 niños que tenían en común.
Todo el proceso de fabricación de las cervezas se anotaba en papel con el objetivo de que sus hijos pudieran seguir con el emprendimiento.
La cervecería era bastante conocida en la región pero, durante la Revolución Francesa (1789-1799), Bélgica fue invadida y los Sterkens se exiliaron.
St. Paul y St. Sebastian
A su regreso, con el Frans Sterkens a cargo del negocio, apareció uno de sus productos más importantes: “St. Paul”.
El nombre es un homenaje al Padre Paul Sterkens, hermano de Frans, quien cuidó la receta durante la Revolución Francesa.
Novedosa, suave y refrescante, la cerveza fue recibida muy bien por la comunidad belga y las ventas crecieron exponencialmente.
En 1860 apareció otro de los productos más importantes de la historia de “Brouwerij Sterkens”: “St. Sebastian”, bautizada de esa forma en honor al Santo de los Patronos.
Renovación necesaria
A partir de 1920, la empresa inició un período de modernización clave para afrontar los próximos años. La demanda era altísima y la cervecería tenía que renovarse para poder satisfacer a sus clientes.
La Segunda Guerra Mundial estancó las ventas y trajo algunas complicaciones, como la escasez de materia prima.
La recuperación fue rápida gracias a la salida al mercado de otra cerveza con altísimos niveles de aceptación: “Ster Ale”.
La popularidad de la empresa no para de crecer y el municipio de Hoogstraten le pide que elabore un producto típico de la región. Así fue que aparecieron las primeras botellas de “Hoogstraten Porter”.
En 1986, “Brouwerij Sterkens” da un gran paso exportando sus cervezas por primera vez al exterior. Así fue como conquistó el mercado danés, holandés, italiano y suizo. Un año más tarde, sus productos llegaban a Estados Unidos y China.
Reconocimiento y actualidad
Actualmente, la decimocuarta generación de los Sterkens está a cargo de la cervecería, que exporta el 95% de su producción.
Además, en los últimos años las cervezas han recibido importantes reconocimientos en diferentes competencias nacionales y regionales.
Su reciente “St Paul White” fue galardonada en 2015 en el “Brussels Beer Challenge” en la categoría “Cerveza blanca”.