La Trappe es una de las cervezas trapenses más conocidas en todo el mundo. Es elaborada dentro de los muros del monasterio de Koningshoeven por monjes desde 1928, año en que apareció la primera versión de este prestigioso estilo.
Pero la cervecería, que sigue funcionando en la misma abadía holandesa, tiene una historia que data de varios años antes, más precisamente desde 1884.
Primeros años
Unos monjes franceses que escapaban de su país fundaron el monasterio Koningshoeven a principios del año 1881. El 5 de marzo de ese año celebraron la primera misa.
La abadía necesitaba sustentarse, lo que llevó a pensar en una fuente de ingresos. Así fue cómo surgió la idea de fabricar cerveza.
El plan resultó mejor de lo previsto y para 1891 los monjes tuvieron que agrandar las instalaciones del monasterio para satisfacer la gran demanda.
Tres años más tarde, construyeron una nueva abadía con espacio para seguir con el proceso de elaboración de cerveza.
Un antes y después: aparece La Trappe Blond
En 1929 se presenta “La Trappe Blond”, una cerveza rubia de baja fermentación con “apenas” 4% de alcohol. Suave, sabrosa y altamente refrescante, el producto fue rápidamente acogido por la comunidad.
La cervecería comenzó a embotellarse por sí sola, con la instalación en 1936 de una máquina que podía manejar 6000 botellas al día.
Pero la Segunda Guerra Mundial puso un freno al crecimiento de Bierbrouwerij De Koningshoeven. Por la escasez de materia prima, los monjes empezaron a fabricar limonada y otros refrescos para sobrevivir a la crisis.
Gracias a La Trappe Blond, la recuperación no demoró demasiado y para la década del ´50 el monasterio ya estaba en los niveles de producción previos a la guerra.
Marca La Trappe
La cerveza trapense “La Trappe Blond” es cada vez más codiciada y esto llevó a los monjes a pensar en nuevas versiones.
En 1980 apareció “La Trappe Dubbel”, de alta fermentación, tonalidad oscura y un 7% de graduación alcohólica. Al igual que su antecesora, fue un éxito rotundo.
Las ganancias permitieron modernizar la fábrica, adquiriendo maquinaria de primer nivel para aumentar la producción.
En 1991 el monasterio lanzó “La Trappe Quadrupel”, la versión más fuerte de la gama con un 10% de alcohol.
Fue pensada solo para el invierno, pero la rápida aceptación hizo que se fabricara durante todo el año.
Actualidad
Todo sigue igual durante los primeros años del siglo XX, con los monjes siguen creando nuevas versiones de La Trappe.
“Witte Trappist”, lanzada al mercado en 2003, es la primera y única cerveza de trigo trapense. En 2004 apareció “La Trappe Block”, en 2009 “La Trappe Oak Aged”… en definitiva, la fábrica siempre ha estado activa.
Incluso, en este 2020 sorprendió con “La Trappe Pure”, con 4,5% de alcohol, suave y altamente refrescante.
En 2008, debido a la gran cantidad de turistas que recibe año a año, se creó una nueva Sala de Cata para poder recibir a una mayor cantidad de personas.
Además, durante estos últimos años, la fábrica ha continuado renovando y equipando sus instalaciones para poder cumplir con la alta demanda de cerveza que tiene el monasterio.